viernes, octubre 12, 2007

Una carta para usted.

"...Los he querido mucho,
sólo que no he sabido expresar mi cariño,
soy extremadamente rígido en mis acciones
y creo que a veces no me entendieron..."

Carta del Dr. Ernesto Guevara a sus padres.

Para Susana, Miguel y Cristian.

Dicen que estás muerto. Cuentan que te asesinaron a mansalva. Dicen que algunos lloraron y que otros definitivamente sonrieron satisfechos; pero que los más, estaban paralizados por el estupor. Dicen que te capturó la CIA y sus mandriles puñeteros del cono sur. Me dijeron que te convertiste en mito, que tu leyenda ha surcado el mundo entero, que la foto de Alberto, sí, Korda, a quien no le dieron ni un peso por la tal foto, le dio la vuelta al mundo y que tu imagen es la más reproducida en la historia de la humanidad, mucho más que la de un tal Jesús (amigo tuyo, también comunista).

Dicen tantas cosas... cuentan que los jóvenes del sesentayocho eran discípulos tuyos, que se inmolaron "a lo pendejoy ya ves, ¿para qué?" así dicen. Cuentan que te peleaste con Fidel y con Raúl, que te quedaste solo por decir siempre lo que pensabas, eso cuentan. Que Fidel te abandonó, que les dijiste a los rusos que su comunismo era pavada, que en la ONU tomaste el micrófono y les dijiste dos frescas a los gringos... eso dicen.

Cuentan que los jóvenes que naciste te siguen de maneras patéticas: alcoholizándose (¿autocrítica?), fumando mota, bailando como imbéciles "ska", siendo anarquistas, pintando graffittis y destruyendo todo, sin perspectiva... eso cuentan. También dicen que muchos escribieron biografías y adquirieron renombre con ellas, que Paco Ignacio, que O'Donell, que Kalfon y hasta el pendejo del "güero" Castañeda hicieron lo suyo. Dicen que el pobre diablo del Vargas Llosa hizo gala de su imbecilidad (¿qué se podía esperar de él?)y dijo que sólo habías sido un aventurero, eso dicen.

Dicen tantas cosas, cuentan tanto, bueno! te platico que hasta la gusanera de Miami, sí, esos renegados malagradecidos hicieron un "documental" (¡ja!) donde te ponían como mercenario y hasta terrorista. Cuentan tanto... y yo sigo preguntándome: ¿realmente estás muerto? Porque si lo estuvieras, porque si realmente tu convicción se hubiera sepultado contigo, ¿a qué tanto denuesto? ¿por qué tanto y tan acre esfuerzo por hablar de ti? ¿No será que muchos quisieran tener tu perseverancia y tu honestidad? ¿No será que muchos hombres -o que pretenden serlo- te admiran en silencio porque se venden, se emputecen por unos cuantos pesos? ¿No será que las mujeres quisieran un hombre la décima parte de íntegro que vos?

¿Y no será, finalmente, que a cuarenta años que te fuiste, resulta que tenías razón? ¿y que el hombre necesita una refundación? ¿no será que te extienden vituperios y maldiciones posfechadas porque sienten esa impotencia disfrazada de clasemediero, obrero wannabe burgués que les corroe las entrañas? Quién sabe.. yo nomás te cuento lo que me dicen, lo que alcanzo a pepenar en las pláticas de café.

Por si las dudas, Comandante, donde estés, te agradezco el ejemplo, te comento que me cuesta, pero que procuro la honestidad (aunque eso, vos sabés, sea a cambio de la "paz y la estabilidad" a la manera burguesa de verlo), que procuro la disciplina, que no me miento y no miento (más que en defensa propia). Por si las dudas, Comandante, aunque bien sé que lo sabes, te cuento lo que cuentan... lo que dicen, lo que hablan...

Hasta la Victoria Siempre

Ulises.


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